Se cumplen siete años del accidente del vuelo JK5022 de la desaparecida Spanair en Madrid-Barajas, en el que fallecieron 154 personas y otras 18 resultaron heridas, en una de las mayores tragedias aéreas que ha sufrido España.
Las familias rendirán un homenaje a las víctimas, acompañadas por familiares de los fallecidos del accidente de Swiftair en Mali, del que el pasado 24 de julio se cumplió un año, y del vuelo de Germanwings en los Alpes franceses.
La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 continúa luchando para que esta tragedia y, lo ocurrido después, sirva de "referente" al reconocimiento de los derechos de todos los afectados y víctimas de accidentes aéreos.
En estos siete años, el balance para la asociación es "importante" en asitencia en víctimas, donde abrió camino en Europa, pero "descorazonador" en aspectos como la seguridad aérea."La seguridad aérea en España va a peor y no solo en nuestro país, sino en el mundo. Ha dado un giro brutal a peor", ha asegurado la presidenta de la asociación de Afectados del vuelo JK5022, Pilar Vera.
Vera, que también preside la Federación Internacional de Víctimas de Accidentes Aéreas y sus Familias, afirma que los afectados están "desengañados" ante los "pocos avances" en seguridad aérea. "Nacimos para lograr justicia y conocer la verdad de lo que ocurrió, y no hemos logrado ninguna de las dos cosas con el agravante de van de la mano", se lamenta.
Siete años después y tras el cierre de la causa penal, los afectados aún luchan por sus derechos y por las indeminizaciones a las víctimas en los tribunales, con una veintena de procesos abiertos, y por que no se aplique el baremo de un accidente de circulación.
Mapfre ha pagado 20,5 millones de euros y ofrece 12,8 millones por la responsabilidad de la aerolínea, lo que "no cubre ni el 10% de la póliza en vigor de 1.500 millones de dólares suscrita con Spanair", denuncia Vera, frente a los 43 millones que se reclaman.
Y es que la tragedia de Spanair marcó un antes y un después en seguridad aérea en España y en asistencia a víctimas. Tras la catástrofe, el Parlamento Europeo aprobó en 2010 la obligación para las aerolíneas de facilitar la lista de pasajeros en un máximo de dos horas en caso de siniestro, a petición de España, y la obligatoriedad de un plan de asistencia.
Los afectados del accidente conmemorarán el séptimo aniversario de la tragedia con una ofrenda floral alrededor del Monumento en Memoria y Recuerdo a los Pasajeros del Vuelo JK5022 del Parque Juan Carlos I de Madrid, situado en su entrada principal.