Los restos humanos han sido encontrados cuando se inspeccionaba el gimnasio de artes marciales, después de que el hombre fuera detenido acusado de torturar y dejar en coma a una mujer.

Según han confirmado fuentes de la investigación, a raíz de estos hechos la Policía vasca inició una inspección del gimnasio y esta mañana ha confirmado el hallazgo de restos orgánicos en su interior, al parecer pertenecientes a otra mujer.

El propietario del gimnasio, ubicado en la calle bilbaína Máximo Agirre, de 47 años, fue arrestado el domingo después de descubrir en el interior del local a una prostituta de color, de mediana edad, que fue conducida allí en contra de su voluntad y que permanece en coma tras ser brutalmente agredida.