Un hombre de unos 35 años entró en una oficina bancaria de La Caixa en la capital malagueña, en la que había tres empleados, diciendo que iba armado y que era un atraco, según publica hoy el diario 'Sur'. Sin embargo, inmediatamente el supuesto atracador tranquilizó a los empleados y les confesó que estaba arruinado por la crisis económica y que lo único que quería era que lo detuvieran y lo enviaran a la cárcel.

La Policía se trasladó al banco y, sin que se resistiera en ningún momento, le leyeron sus derechos y lo detuvieron por tentativa de atraco, han señalado fuentes policiales. El detenido pasó a disposición judicial y tras tomarle declaración el juez de guardia decretó su libertad imputado por una falta de coacciones, según han explicado las fuentes judiciales. El empresario se enfrentará en los próximos días a un juicio rápido.