En Aldaya, el hogar social lleva seis meses sin cobrar. Si cierran, dejaran en la calle a 150 marginados, entre ellos a un centenar de discapacitados psíquicos. Ha sido su casa durante más de una década y Paco se resiste a abandonarla: “Llevo 16 años y pienso morir aquí”.
Es Hosoju, un hogar social que atiende a más de un centenar de discapacitados psíquicos, toxicómanos, ex presidiarios y extranjeros como Abdulá. Aquí le han ayudado a regularizar su situación y ya lleva 3 años como jardinero. Pero ahora, todos podrían quedarse en la calle, por los impagos de la Generalitat.
“Vendí cosas y tenía dinero guardado para las emergencias y ahora en el banco hay cero cero cero”, cuenta el fundador del hogar, Fernando Giacomucci.
Si el centro cierra, algunos extranjeros, como Daniel, perderían mucho más que el trabajo. La situación es crítica. Los siete psicólogos y asistentes sociales llevan meses sin cobrar.Los recortes y las deudas del Gobierno valenciano con los centros ponen en peligro el futuro de otras muchas personas con discapacidad.
En el centro de Villena que pueden ver en las imágenes, los trabajadores no cobran desde hace seis meses. Han hecho concentraciones, marchas y amenazan con otras medidas de presión para evitar que el centro acabe cerrando. Ahora, la iniciativa de una ciudadana contra el cierre de APADIS ha conseguido ya 6.000 firmas en Internet.