Los niños de los que podría haber abusado están precisamente relacionados con esa batucada y asistían a los campamentos que organizaba, el último de los cuales, que terminó el domingo pasado, despertó las sospechas de algunos de los padres afectados.

A la vuelta de ese campamento en una finca de Fuerteventura, algunos niños relataron comportamientos que alarmaron a sus padres y les llevaron a denunciar los hechos, como que los bañaba desnudos o que les realizaba tocamientos.

El juez encargado del caso ha escuchado el relato de los menores afectados, cuyo número no se ha revelado oficialmente, pero que según algunas fuentes pueden rondar la decena.