La Policía ha desarticulado la que se considera la banda más activa de aluniceros de Madrid con la detención de nueve personas, entre ellas el conocido delincuente Goyito, que lideraba el grupo desde la cárcel gracias a un móvil introducido allí ilegalmente. "Se había hecho con un terminal telefónico en prisión y através de él daba órdenes a los sujetos que están en la calle" dice Javier Prieto, portavoz de la Policía Nacional. La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández, y el inspector del grupo 21 la Brigada de Policía Judicial, Javier Prieto, han informado sobre la desarticulación de la banda, a la que se imputan 74 delitos en menos de tres meses.
Sus integrantes están acusados de dieciséis asaltos en comercios mediante el método del alunizaje, consistente en romper las lunas de los escaparates empotrando un vehículo o con mazas, y de robar 45 vehículos, de los que se han recuperado 41. Los ahora arrestados, de entre 21 y 23 años, también se habían especializado en robar vehículos de gran cilindrada que usaban para cometer los asaltos o también para venderlos bien enteros o por piezas en España o en Marruecos.
A los nueve detenidos, seis de los cuales han ingresado en prisión, se les imputan los delitos de robo con violencia e intimidación, robos con fuerza, estafas, extorsiones, falsedad documental y delitos contra la seguridad del tráfico. La banda estaba liderada por Gregorio Rodríguez, alias Goyito, conocido alunicero madrileño con decenas de antecedentes y que está en prisión por hechos similares, desde donde controlaba las operaciones gracias al uso de un teléfono móvil de otro preso introducido ilegalmente en prisión.
Goyito daba las órdenes al cabecilla del grupo en la calle y cobraba un dinero del botín. Este segundo cabecilla es un joven conocido como Samuelillo, quien al igual que Goyito, a sus 21 años cuenta con numerosas detenciones por hechos similares y ejercía un fuerte control sobre el resto de integrantes de la banda, a los que extorsionaba y llegaba a retener contra su voluntad y agredir. La investigación comenzó el pasado mes de enero, cuando se conoció el robo de un tráiler que llevaba ocho vehículos y la sustracción de otros seis coches de alta gama en un concesionario de Majadahonda. T
ambién se denunciaron tres robos en tiendas de telefonía móvil que podían estar relacionados. Se supo que estos y otros robos podrían haber sido perpetrados por una banda que robaba vehículos de gran cilindrada y alta gama para cometer alunizajes o bien para venderlos. Si no lograban darles salida íntegros, los desguazaban para venderlos por piezas en un local de Estremera. La Policía identificó y finalmente detuvo a todos los miembros del grupo -ocho españoles y un marroquí-, cada uno de los cuales era experto en una función, como sustraer coches anulando los sistemas electrónicos mediante un sofisticado sistema conocido como "centralita" o conducir para perpetrar alunizajes en menos de tres minutos.