En uno de sus golpes, los ladrones meten el coche hasta el fondo de un centro comercial de Castellon por la puerta principal. Su objetivo es llegar a una joyería.

Son las seis de la tarde y el centro está lleno de gente, pero ellos, con enorme violencia, estrellan el coche contra el escaparate.

Fuera del centro comercial les espera otro vehículo listo para huir y los agentes de seguridad intentan cortarle el paso, pero no pueden hacer nada contra un vehículo de gran cilindrada.

Víctor Brocate, portavoz de la Policía Nacional, cuenta como los atracadores ''entraban en la tienda con una violencia desmesurada'' y no dudaban en agredir a los dependientes del establecimiento que tuvieran como objetivo.

En otra tienda, la banda de El Capi, como llamaban a su cabecilla, dio otro de sus golpes, para hacerse con chalecos antibalas y visores nocturnos y así estar más preparados para sus asaltos.

Robaron 20 chalecos antibalas y unas gafas de visión nocturna, logrando un equipimiento que podría haberles convertido en ladrones de élite, pero durante uno de sus golpes cometieron un error.

''Olvidaron un destornillador que nos vincula con una persona con antecedentes'', relata el jefe de delincuencia organizada de la UCO, el comandante José Luis Villanueva.

El error cometido permitió a la policía desmantelar la banda, a la que también se le podría acusar de numerosos alunizajes en la Milla de Oro de Madrid.