Todo empezó con un trabajo periodístico del diario local Primera Plana, que publicó una investigación sobre la precaria situación en la que viven Mimí y Antonio, los dos únicos pacientes del psiquiátrico pergaminense, en la provincia de Buenos Aires.La historia circuló por las redes sociales y llegó hasta el pequeño pueblo de Santa Rosa, localidad natal de Mimí.

"Un compañero de trabajo me leyó una noticia sobre una persona abandonada en un hospital de Buenos Aires que se apellidaba como yo", explica Sixto Walss. Al principio no le prestó mucha atención, pero luego recordó el sufrimiento de su tía Paula, quien volvió un día a casa con el corazón roto porque su hija había muerto en el hospital. Sixto llamó a la redacción del diario y les relató la historia de su prima, con quien vivió durante parte de su adolescencia.

"Publicamos la nota y al poco tiempo varios familiares se comunicaron con el diario, contaron su historia y coincidía punto por punto con algunas cuestiones que conocíamos 'off the record' sobre Mimí", detalla Javier Ferreyra, director de Primera Plana.

Según la reconstrucción de Ferreyra, en la década de los 70, Paula trasladó a su hija al hospital Melchor Romero, en la ciudad bonaerense de La Plata, donde le diagnosticaron una grave enfermedad neuronal, por lo que Mimí quedó ingresada con solo 17 años. En una de esas visitas, en 1978, en plena dictadura militar, los médicos le dijeron que su hija se había escapado, había caído en un río y había muerto ahogada.

No le dejaron ver el cuerpo y Paula comenzó a languidecer desde entonces con la única certeza de que, viva o muerta, Mimí había desaparecido para siempre. Ahora, tras muchos años sin verse y sin tener conciencia de que todavía permanecía con viva, Mimí se reencontrará con su familia.