Aunque ya es mayor de edad, Manuel no quiere dar la cara. Pero nos cuenta el calvario que vivió durante más de cuatro cursos, con tan sólo 11 años y todo por ser homosexual. Por todo esto, el colegio deberá indemnizar con casi 51.000 euros a la familia, por no haber tomado las medidas de control y vigilancia necesarias.

El fallo es contundente. Manuel estuvo más de dos años en tratamiento con ansiedad y depresión. Su madre todavía no entiende cómo el colegio no hizo nada por impedirlo. Desde el colegio insisten que hicieron todo lo que estuvo a su alcance.

Para ellos “eran cosas de críos”. Aseguran que se trató en tutorías y con el psicólogo del colegio. Pero el testimonio de Manuel, que ya ha cumplido 19 años y se prepara para empezar la universidad, es tan rotundo como la sentencia.