El accidente del tren de Santiago ya está generando cambios en la seguridad ferroviaria. La Comisión de Investigación que analiza el siniestro, asegura que hay que mejorar las zonas con características similares a la curva de A Grandeira.
"Si que vemos que hay puntos donde la seguridad es mejorable o se puede reforzar con mayores inversiones en ese campo", reconoce Juan Clemente, de la Dirección Estatal del Sindicato Ferroviario.
La comisión recomienda instalar más balizas ASFA en los puntos negros para controlar la velocidad automáticamente. Estas balizas frenan el tren en el caso de que superen la velocidad permitida en el tramo si el maquinista no lo hace.
"De haber existido balizas en Santiago no estariamos hablando de ese accidente", dice Juan Clemente.
Además sugiere que los tramos complicados cuenten con señales suficientes en la vía para advertir de la velocidad máxima. Algo que ya había pedido el maquinista del tren en su declaración ante el juez.
"Todo es mejorable. Podía haber algo recordándolo en la vía, físicamente", apuntaba Francisco José Garzón Amo en su primera declaración ante el juez.
También dicen que es necesario revisar la comunicación de los maquinistas con los centros de control y el personal a bordo.
"Con ese protocolo no ha sucedido ningún accidente en los últimos 15 o 20 años. Pero es verdad, ha habido un accidente y ahora tenemos que intentar mejorar y profundizar", añade Juan Clemente.
Unas medidas que ya se están implantando en la zona del accidente con la instalación de señales de 30 km/h.