Las investigaciones se iniciaron en enero, cuando una trabajadora de un bingo de Terrasa, en Barcelona, alertó a la policía después de que un hombre pasara mucho rato en el lavabo sin motivo aparente.

Al día siguiente de la alerta, otro trabajador vio un agujero junto a la puerta principal del edificio, y los agentes constataron que los ladrones habían reventado las máquinas tragaperras y las cajas fuertes, llevándose unos 10.000 euros.

En la investigación, los agentes constataron que el robo lo habían ejecutado dos hombres tras inutilizar la alarma, y cuyo vestuario coincidía con el que había visto la trabajadora en los lavabos.

Los investigadores determinaron que estos dos hombres pertenecían a una banda de butroneros muy activa, cuyos integrantes fueron identificados, y que tenía gran movilidad ya que algunos integrantes estaban actuando en poblaciones del resto del Estado.

Los Mossos llevaron a cabo un dispositivo el 25 de mayo y detuvieron a los seis integrantes de la banda, cinco rumanos y un español, y registraron dos pisos en el barrio de la Verneda de Barcelona.

Los agentes imputan a los detenidos once robos en bingos y casinos de Castelldefels, Barcelona, Terrassa, Igualada, Blanes y Salamanca, pero no descartan que estén relacionados con otros.

A los detenidos les incautaron dinero en efectivo procedente de los robos, diversas herramientas para los robos, ropa grabada por cámaras de seguridad, tarjetas SIM y pasaportes falsificados; de los seis detenidos, tres ingresaron en prisión y otros tres quedaron en libertad con cargos.