Ángel Carromero, el dirigente de Nuevas Generaciones del PP sentenciado en Cuba a cuatro años de cárcel por el accidente que costó la vida a los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero, ha llegado a Madrid a mediodía del sábado y dos horas después ha ingresado en la cárcel de Segovia.
Carromero ha llegado a la prisión de Segovia en un vehículo de la Policía Nacional sin distintivos acompañado de otros dos vehículos policiales a las 14:20 horas procedente del aeropuerto de Barajas, donde aterrizó alrededor de las 12:10 horas en un vuelo regular de la compañía Air Europa en el que viajaba desde La Habana.
En el mismo avión también ha sido trasladado el alicantino Miguel Vives Cutillas, de 48 años, que fue condenado en Cuba hace 4 años a 18 de prisión por tráfico de drogas. Ambos han viajado desde La Habana custodiados por cuatro agentes españoles de Interpol, que se habían desplazado a la capital cubana el pasado miércoles para hacerse cargo del traslado.
A su llegada a Madrid, Carromero ha sido recogido a pie de avión por agentes del Cuerpo Nacional de Policía destacados en el Grupo de Fronteras de Barajas, que le han llevado a la comisaria de la terminal 1, donde se ha cumplimentado el "papeleo necesario" para su traslado a la prisión de Segovia por la Guardia Civil, aunque finalmente esta misión ha recaído en manos de la Policía.
Tres horas después de su llegada a Madrid, Carromero ha ingresado en la cárcel de Perogordo, un barrio incorporado a la capital segoviana. Allí será sometido al "protocolo habitual" de ingreso en prisión, es decir, se tomarán sus huellas y filiación y será conducido al módulo de enfermería para su revisión médica donde se le practicarán los análisis físicos y reconocimientos que son obligatorios para cualquier penado, una vez remitido el mandamiento de prisión.
La ejecución de su condena impuesta en Cuba es competencia de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, que se encargará de supervisar su cumplimiento y determinar cuál es la pena pendiente que tiene después de cumplir cinco meses de los cuatro años de cárcel a los que fue condenado en Cuba por homicidio imprudente.
Fuentes penitenciarias han explicado a Efe que el interno quedará pendiente de que la Junta de Tratamiento de la cárcel decida su clasificación. Según el reglamento penitenciario, han añadido las fuentes, las juntas de tratamientos de los centros se reúnen con carácter ordinario una vez al mes o cada quince días y cuando lo consideren oportuno de forma extraordinaria.
Así, previsiblemente Carromero no conocerá en qué grado penitenciario es clasificado hasta dentro de unos días y por tanto será trasladado como cualquier nuevo recluso al módulo de ingresos de la prisión, donde permanece un periodo corto de tiempo hasta que le asignan un módulo definitivo.
Si le fuera concedido el tercer grado por parte de Instituciones Penitenciarias en función de los informes que reciba de la Junta de Tratamiento de la prisión, Carromero podría realizar una actividad normal, ya que sólo tendría que ir a dormir al centro penitenciario de domingo a jueves, y podría pasar el fin de semana en su domicilio.
Otra posibilidad es que el recluso ni siquiera tenga que pernoctar en prisión si la junta decide que los controles sean telemáticos. Para la concesión del tercer grado, han explicado las fuentes, la junta de tratamiento evalúa fundamentalmente el delito por el que está penado, además de la conducta del interno, el arraigo familiar o el que tenga un empleo.
En este sentido, el abogado del preso, José María Viñals, ha asegurado en una entrevista con Efe que espera que su cliente obtenga el tercer grado y ha avanzado que no descarta incluso que se le pueda conceder el indulto cuando comience a cumplir en España la pena que se le impuso en Cuba.
El traslado del dirigente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid se produce en aplicación del convenio bilateral de ejecución de sentencias penales que España y Cuba mantienen desde 1998 y que establece que las penas impuestas en Cuba a nacionales de España podrán ser realizadas en centros penitenciarios españoles.
La presidenta del PP en Madrid, Esperanza Aguirre, que tiene previsto visitar a Carromero en prisión, le ha saludado a través de su cuenta de Twitter con un "¡Bienvenido a España!".