Según han informado fuentes policiales, los alrededor de 70 internos que se habían amotinado en el patio poco para exigir su puesta en libertad rompieron una puerta del centro y recogieron cristales y otros elementos potencialmente peligrosos.

Debido a ello, efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIT) de la Policía Nacional que se encontraban en el centro conminaron a los inmigrantes a entregar todo este material peligroso. En ese momento, los amotinados decidieron deponer su actitud y volvieron a las habitaciones sin oponer resistencia, según las fuentes.

El amotinamiento se ha producido después del que unos 40 internos intentaran huir del recinto por la cocina, aunque no pudieron derribar la puerta y desistieron del intento al acudir al lugar los antidisturbios de la Policía Nacional.

Poco después una treintena de estos internos se amotinaron en el patio del centro y a ellos se han unido otros cuarenta inmigrantes, en su inmensa mayoría de nacionalidad argelina, según las fuentes.

El director del centro trató entonces de negociar con los amotinados para que estos depusieran su actitud, mientras llegaban al CIE algunos refuerzos de la Policía Nacional. Los internos amotinados exigían al director del CIE de la Zona Franca, donde hay alrededor de 140 inmigrantes, ser puestos en libertad.

Un grupo de entre 35 y 40 internos del centro había protagonizado un fallido intento de fuga tras la cena, aunque al comprobar que no podían abrir la puerta de la cocina desistieron y la situación se tranquilizó momentáneamente.

Después de cenar, los casi cuarenta internos se habían dirigido en grupo hacia la puerta de la cocina para intentar forzarla y derribarla, aunque no la pudieron abrir, pese a que causaron algún pequeño desperfecto.

Un grupo de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIT) de la Policía Nacional, que permanecían en el CIE como retén, acudió de inmediato al lugar, sin que se registrara ningún enfrentamiento con los internos ni tuvieran que utilizar material antidisturbios.