Las altas temperaturas están perjudicando la temporada de esquí. El centro peninsular es un auténtico desierto y eso ha hecho que muchas escuelas hayan tenido que cerrar. Algunas personas han decidido cambiar los esquís por la bicicleta.

Los hoteleros también están preocupados por el buen tiempo y tienen miedo de que afecte a las reservas para esquiar. "El año pasado ya se notaba más frío había llovido, había nevado...", explican.

Muchas personas que han acudido ilusionadas se han llevado una decepción ante los pocos kilómetros esquiables.

Los precios están más bajos intentan salvar las pérdidas. "El forfait está a mitad de precio", indican. Según aseguran, a "la gente de inicación le viene bien porque es un precio económico".

El año pasado durante estas fechas había nieve en Granada, el centro peninsular y la cordillera cantábrica y, sin embargo, este año únicamente los Pirineos están cubiertos aunque en menor cantidad."