El fiel reflejo de que el calor ha llegado de golpe lo encontramos en Sevilla,  rozando los 35, los gorros de lana comparten estantería con el bikini, ya que el cambio repentino de temperatura ha sorprendido a los comerciantes con las tiendas aún con ropa de invierno.

Pero, por suerte para los que venden, con 15 grados más que el pasado fin de semana lo que motiva es llenar el armario de camisetas de tirantes y sandalias.

Pistoletazo de salida también, por fin, a los ventiladores y el aire acondicionado. El calor anima la compra de estas máquinas y los vendedores confían que el calor se quede.Aunque la temporada no ha empezado con buen pie, las heladerías y terrazas esperan  que las buenas temperaturas se estabilicen.

De momento, las playas, como la Malvarrosa, seguirán llenas.Y para el centro del país, Madrid Río y sus hamacas es una buena forma de tomar el sol, al menos hasta el lunes, cuando se prevé que el tiempo vuelva a cambiar.

Este jueves la peor parte se la llevan en Cantábrico, en Bilbao se han levantado con diez grados menos que ayer, los paraguas volvieron a salir a la calle, aunque no por mucho tiempo, pues se espera que vuelvan a subir las temperaturas en el norte.