Su postura fue igual de dura que su gesto al empezar la reunión con los rectores: no se cambiará la nota mínima de acceso a becas universitarias. Su argumento: universitarios, hay muchos.
"La tasa de acceso a la universidad cubre ya los objetivos de la estrategia 'Europa 2020' y por tanto, la cuestión en la enseñanza superior es mucho menos una cuestión de incrementar el acceso…", explicaba el titular de Educación en rueda de prensa.
Sorpresa para los rectores que tenían esperanza de diálogo. Un día antes el ministro abría la puerta a rebajar exigencias pero solo para el bachillerato. Y eso a pesar de que el rechazo era total: los rectores le dijeron que su decreto es inconstitucional.
"No podemos perder aquellos derechos que había adquirido la sociedad y además son derechos constitucionales", reflexiona Adelaida de la Calle, presidenta de la Conferencia de Rectores.
A pesar de su contundencia, les ha invitado a una nueva reunión, el jueves para escuchar propuestas. Aunque dicen los estudiantes, no las tendrá en cuenta. Su actitud aseguran es calcada a la de otras ocasiones.
También con su reforma educativa aseguró contar con un amplio consenso, palabra repetida por Wert. Consenso que no se vio en la calle. Miles de estudiantes y profesores le pidieron que reconsiderara la LOMCE. Al día siguiente no la llevó al Consejo de Ministros. Fue aprobada una semana después.