Rajoy ha hecho estas declaraciones en rueda de prensa en La Moncloa tras reunirse con el primer ministro británico, David Cameron, y después de que el Tribunal Constitucional portugués haya vetado importantes medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno de Portugal.

El jefe del Ejecutivo ha explicado que ha hablado de este asunto en su reunión con Cameron y ha subrayado que se trata de una cuestión de gran importancia no sólo para Portugal, sino para toda la zona euro y, en particular, para España.

Rajoy ha mostrado su respeto por la decisión del Tribunal Constitucional portugués de la misma forma que ha dicho que respeta todas las decisiones de los tribunales españoles, y ha elogiado la "enorme dignidad" con que el pueblo portugués está sobrellevando una situación "muy dura y muy difícil".

Tras expresar su solidaridad con los ciudadanos lusos, ha dado también su apoyo a su Gobierno y ha destacado su "admiración" por lo que está haciendo, ya que ha dicho que no es fácil para un gobernante adoptar determinadas decisiones para superar las dificultades que van surgiendo.

Para Rajoy, la ratificación del primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, de mantener sus compromisos con la UE es "valiente" y le honra, al tiempo que ha mostrado su convicción de que, al final, ese rumbo dará sus frutos y Portugal volverá a la senda del crecimiento sostenido y la creación de empleo.

Pero dicho esto, ha señalado que no es suficiente lo que están haciendo Portugal y otros socios de la UE y es necesario que Europa haga un esfuerzo "mayor y urgente" y aborde también reformas en el ámbito comunitario.

En esa línea, ha insistido en que es "necesario e imprescindible" seguir trabajando por la integración europea y ha recalcado que si en la UE hubiera habido una unión bancaria no habría ocurrido la situación vivida con Chipre. Por ello, ha confiado en que haya avances nítidos y claros en la UE para lograr la unión bancaria y fiscal, avanzar en el mercado único y resolver lo problemas de liquidez, especialmente, los que sufren los países del sur.

En ese contexto, ha defendido que la UE se replantee si tiene que aumentar las competencias del Banco Central Europeo para equipararlas a las de otros entidades como la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra o el de Japón.

El jefe del Gobierno ha apuntado además que va a seguir trabajando para recuperar la confianza y que es consciente que se han tomado decisiones "duras, complejas y difíciles", algunas de las cuales no iban en el programa electoral y otras que lo contradecían.