El presidente del Supremo, Gonzalo Moliner, ha sido entrevistado este miércoles con motivo de la VIII Jornada de Puertas Abiertas de este tribunal.
A una pregunta sobre las manifestaciones convocadas en los alrededores de las viviendas de políticos y otras personalidades públicas, los llamados escraches, el presidente se ha referido al acto de manifestarse como un derecho constitucional, aunque dependiendo de cómo se desarrollo puede ser o no legal.
El presidente del Supremo ha señalado que la legalidad o no de las manifestaciones está en función de sus circunstancias. “El de manifestación es un derecho constitucional, pero si su expresión no se realiza de acuerdo a la ley puede constituir una falta administrativa o penal”, ha puntuado.
Moliner ha añadido además sobre los escraches que "no se puede opinar en general, ni condenándolos, ni aceptándolos", aunque considera que al desarrollarse de forma no violenta constituye una forma de libertad de manifestación.
Sin embargo, "en tanto en cuanto ofendan o atenten contra la intimidad de las personas u otros derechos fundamentales, me parecen rechazables", ha señalado.