Jamal y su hijo Youssef esperan su oportunidad para entrar en Europa. Son sirios y viven con otros compatriotas en un hotel de Nador en Marruecos, a 16 km de Melilla.
“Están entrando con pasaportes falsos que compran a las mafias y que teniendo en cuenta su físico y parecido con la población marroquí son para ellos fáciles de conseguir” cuenta Estrella Galán, secretaria general de CEAR.
Mientras Jamal deja pasar el tiempo en Nador, Nawal, su mujer, le espera con sus otros tres hijos en el CETI de Melilla: “Tengo un hijo de dos años y medio que se llama Youssef, me gustaría que pudiese venir aquí” cuenta Nawal.
Nawal está por fin en Europa. Viene de un país en guerra y podría pedir protección internacional. Eso le garantizaría unos derechos que no se obtienen si se entra por el procedimiento de extranjería. Sin embargo CEAR denuncia que España paraliza esas peticiones de asilo vulnerando compromisos internacionales.
“Se paralizan y no se les permite cruzar a la península. Los sirios están renunciando a la protección internacional con la intención de cruzar antes a la península por la vía de los extranjeros” destaca Estrella Galán.
Jamal y Nawal sueñan con reunir a su familia y así poder volver a empezar.