A pocas horas del comienzo de campaña las encuestas ya dan favorito a Junts pel Sí con 60 o 61 escaños, a mucha distancia de Ciudadanos y Podemos que casi empatan en torno a los 19 escaños. PSCE se quedaría entre 16 y 17, quinto sería el PP de Albiol con 13 como máximo. En último lugar estaría la CUP, que con ocho escaños tendría la llave del independentismo. "Yo no nos veo, votando la investidura de Artur Mas", explica David Fernández de la CUP.

Aunque dicen que no, la suma de escaños con Junts Pel Si, les daría la mayoría absoluta y el 44% de los votos podrían seguir a delante con el proceso. "Los soberanistas ganarían por un escaño, por lo que la participación va a ser crucial", explica Pablo Simón, profesor de política de la universidad Carlos III.

Podemos apunta en la misma dirección y confía en un mejor resultado de su candidatura 'Cataluña sí que es Pot'. "Cuanta más participación, más posibilidad de que ganen las fuerzas de cambio", explica Iñigo Errejón.

Una política muy lejana a la que vende ahora Junts pel Sí, con la presentación de una Cataluña idílica, donde todo sería posible con sonrisas y besos y mucha tolerancia. Algo que choca con la dureza que trata Pablo Iglesias a Artur Mas. "Le vamos a dar sexo a Mas, le vamos a dar látigo", decía el líder de Podemos.

El Gobierno busca soluciones para después de las elecciones. "Reforma constitucional sí, con un consenso amplio", afirmaba el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo. Este es un giño del Gobierno a 15 días de saber si las urnas desactivaran o no a Artur Mas.