Los familiares de los dependientes valencianos se sienten frustrados. La hija de Palmira tiene un grado tres de dependencia, ella dejó de trabajar para cuidarla. Asegura que siente rabia al escuchar las conversaciones que conocíamos entre empresarios valencianos y Vicente Cotino.

Para Palmira estas conversaciones confirman lo que sospechan desde hace años. Mari Carmen lo demostró en los tribunales. Retiraron la ayuda a su hijo Alejandro rebajándole el grado de depencia, el juez le ha dado la razón pero todavía no ha vuelto a cobrar.

Los dos hijos de Ramón tienen una discapacidad de más del 90%. Tras más de un año de papeleo comenzaron a cobrar una prestación de 530 euros por cada niño, pero les duró poco.

Conocer los "presuntos negocios" llevados a cabo con las ayudas a la dependencia ha sido para estos familiares un duro golpe. Pero no están dispuestos a dejar de luchar.