Este 20-N será la primera vez que se juzgue una querella por los crímenes franquistas. Un tribunal argentino juzgará los asesinatos de un alcalde, un edil, un diputado y un estudiante miliciano.

La denuncia se presentó en 2010 en Buenos Aires, y después de que en marzo de 2012 el Tribunal Supremo Español decidiera cerrar a cal y canto la investigación de los crímenes franquistas como delitos de lesa humanidad.

Este juicio es la luz de la esperanza para las víctimas en España. Han tenido que buscar justicia fuera de nuestro país, y de momento, en este juicio sólo se juzga a 4 torturadores, entre ellos Billy el Niño.

Felisa cumplirá 94 años este 20 de noviembre, el mismo día en el que por primera vez, se juzgará una querella contra un régimen que  la obligó a salir huyendo de España. Fue exiliada de España durante la Guerra Civil y cuenta que “Keipo de Llano nos cantaba ‘dónde van los rojos, matarilerilerile, y se oían bum bum...en el fondo del mar, matarilerilerile".

Sus ojos vidriosos reflejan aún todas las muertes que vio en su camino al exilio: “No se puede contar porque aquello no hay quien lo cuente, aquello fue terrible” confiesa Felisa.

Las bombas y los fusilamientos mataron a más de 540.000 españoles desde el inicio de la Guerra Civil hasta la caída del régimen franquista. El abuelo de Santiago fue uno de ellos: “Un general de la falange le dijo a mi abuela: ‘Cecilia, hemos matado a Eusebio, no había hecho nada, pero era muy echado para adelante’”.

Su abuela murió sabiendo que a la entrada del cementerio del Escorial, en una fosa común y como un delincuente, permanece aún el cuerpo de su marido. Para Santiago “la tarea de recuperación de la memoria histórica y todo lo que supone es una obligación del estado español, no tiene que hacerlo los particulares".

Piden justicia para los muertos y para todos los que sobrevivieron a la tortura.

José María 'Chato' Galante fue víctima de 'Billy el Niño', uno de los cuatro torturadores que el martes serán juzgados en argentina. “Estaba colgado por la circulación de las rodillas le golpeaban en el glúteo, en la planta de los pies, los genitales…” confiesa ‘Chato’.

Ninguno de ellos quiere olvidar y tampoco quieren que se les olvide.