"Como no soy candidato puedo hablar con más libertad", ha dicho Aznar. Primera exigencia y primer recado, nada de avergonzarse. Reivindica Aznar su mirada limpia y su recetario y puestos a ser incómodos torpedo a la campaña de Rajoy: "Yo no pido el voto del miedo, pido el voto de la ambición".
Hay que recuperar a los desencantados porque gobernar es difícil, dice Aznar. El expresidente pide que se acabe con los autogoles: "Es que no ha sido verdad, se pueden bajar los impuestos, recaudar más y dar más servicios", ha dicho.
Si la plantilla actual no funciona, se digna a proponer sucesor: "Si a mí alguna vez me tiene que renovar alguien que me renueve Pablo Casado", ha dicho. Tras cinco mítines Con Rajoy no ha coincidido ni en el estilo.