Duran i Lleida discrepó de su exsocio, el presidente catalán y líder de CDC, Artur Mas, sobre la posible viabilidad de un Estado catalán independiente.
Duran advirtió de que este proyecto no es viable porque, a su juicio, no hay una "mayoría amplia" y llevará a Cataluña a salir de la UE y la condenará a "largos años de incertidumbres económicas y sacrificios". "Es poner el país al borde del precipicio", añadió.
El líder de UDC, que dice que "morirá con las botas puestas del diálogo", insistió en la vía del entendimiento, que ve posible porque ya se lograron pactos tras la muerte de Franco y actualmente estamos "en mejores condiciones" que entonces.
En esta línea, incidió en que "el diálogo nunca llega tarde, pero debe haber personas dispuestas" a practicarlo. Duran apostó por una disposición adicional en la Constitución que garantice el reconocimiento de la identidad de Cataluña y arregle los problemas de financiación.
El líder de UDC reivindicó la función de los políticos de "racionalizar" los debates, algo que "no se hace por parte de algunos", y subrayó que "nadie puede decir" que el proceso soberanista conlleve "incertidumbre económica".