Entre la disputa dialéctica de si serán plebiscitarias o serán autonómicas, se abre paso el verdadero debate político del 27S. Los partidos ponen sus cartas sobre la mesa. Más allá de las siglas, la defensa o no de una declaración unilateral de independencia dibuja tres bloques políticos bien diferenciados.

La declaración unilateral de la independencia es la razón de ser de Junts pel Sí. La lista unitaria de Convergencia y Esquerra que lidera Raul Romeva. La misma postura que defiende también la CUP. Unió y la lista catalana de Podemos se desmarcan de esa posición de máximos. Aunque creen en el derecho a decidir y critican el statu quo actual. El tercer bloque político sería el de los constitucionalistas. Y ahí están PP, Ciudadanos y el PSC de Miquel Iceta.

La gran pregunta ahora es precisamente ¿qué sería una victoria suficiente para los independentistas?. El propio Iceta sitúa la barrera en los 71 diputados. Justo la suma actual de CIU y Esquerra en el parlament catalán, 3 por encima de la mayoría absoluta. Pero la aritmética parlamentaria esta vez será diferente. Entre otras cosas porque 16 de esos parlamentarios pertenecen a Unió, que ahora se presenta en solitario y es contraria a la independencia.

Así que los números, no están nada claros. En esa nueva aritmética está por ver, además, de qué magnitud será finalmente la irrupción de formaciones nuevas como Podemos.