La familia de Yana en Ucrania lleva diez meses soportando a diario la barbarie de los ataques de ambos bandos. Su prima, a través de Skype, le cuenta puntualmente la crueldad de la situación. "Las carreteras están destrozadas y no pueden huir de la guerra, están atrapados". Las fotos que le envían sólo muestran, dice, una pequeña parte de lo que ocurre.