La victoria de Abdo Benítez fue considerada "irreversible" por Jaime Bestard, presidente del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), quien la anunció cuando se llevaba escrutado el 96% de las mesas electorales.

Después, con el 99,48% del escrutinio preliminar de las mesas electorales, Abdo Benítez logró el 46,44% de los votos, frente al 42,74% de Alegre, líder de la alianza opositora Ganar. El escrutinio incluye a su candidato a la Vicepresidencia, el expresidente de la Cámara de Diputados Hugo Velázquez, uno de los hombres fuertes del partido.

El Partido Colorado logró también el triunfo en la mayoría de los 17 departamentos de Paraguay, cuyas gobernaciones también estaban en disputa, entre ellos el de Central, que representa el 25% de los votos del país.

El exsenador se trasladó, tras conocerse el cómputo preliminar, a la sede de la Alianza Nacional Republicana (Partido Colorado), en el centro de Asunción, donde fue aclamado por centenares se seguidores en un ambiente de fiesta.

En su primer discurso como presidente electo, hasta que en agosto asuma la Presidencia, Abdo Benítez se comprometió a construir un país en unidad y sin divisiones que entorpezcan su proyecto. "Tenemos que construir un país con responsabilidad y seriedad, es lo que espera de nosotros el pueblo paraguayo", dijo.

Añadió que es el momento de "renovar el compromiso hecho durante la campaña, se acaban las divisiones estériles, se acabó el debate, vamos a ser un pueblo unido".

Abdo Benítez, que en ese acto estuvo acompañado por su esposa, por el presidente paraguayo, Horacio Cartes, y por legisladores y dirigente del partido, recordó como un "gran colorado" a su padre, quien fue secretario privado durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).