El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Honduras ha anunciado que la ventaja del candidato oficialista Juan Orlando Hernández es "irreversible" y que, por lo tanto, se convertiría en el vencedor de estas elecciones presidenciales.

Según los últimos datos actualizados, Hernández, aspirante a la Presidencia por el Partido Nacional (PN), ha obtenido un 34,08% de los sufragios, mientras que la candidata del Partido Libertad y Refundación de Honduras (LIBRE), la opositora Xiomara Castro, se situaría en un 28,92%.

La victoria de Hernández garantiza la continuidad de la derecha en el poder, así como de las políticas económicas iniciadas por el presidente saliente, Porfirio Lobo. De la misma forma, durante la campaña, Hernández prometió trabajar para controlar la violencia de los cárteles de drogas que operan en el país y que han convertido Honduras en el país con la tasa de homicidios más alta del mundo.

También supone un golpe al expresidente Manuel Zelaya, quien fue depuesto en el golpe de Estado de 2009 y que esperaba volver al escenario político junto con Castro, su esposa. De hecho, unas horas antes, el expresidente de Honduras Manuel Zelaya, pedía al oficialista Partido Nacional que demuestre "urna por urna" que su candidato, Juan Orlando Hernández, es el vencedor de las elecciones, a la vez que el antiguo dirigente señalaba que, "hasta que no se demuestre lo contrario la vencedora es mi mujer".

El expresidente, expulsado del poder en junio de 2009 por un golpe de Estado, dijo que su grupo no se "rinde", ya que cuenta con datos propios que atribuyen la victoria a la candidata de LIBRE. "No queremos ninguna negociación, sólo que se respeten los resultados", subrayó. En este sentido, advirtió de que seguirán defendiendo "los resultados que se dieron en las urnas". "Hasta que no se demuestre lo contrario, la victoria es nuestra", proclamó, en un discurso crítico en el que tachó de "manipulados" los datos difundidos por el TSE.