Ocho pescadores que pasaron cinco días a la deriva en un bote salvavidas tras el naufragio de la embarcación en la que faenaban en el océano Atlántico fueron rescatados con vida en Brasil.

Los náufragos fueron avistados a unos 15 kilómetros de la playa de Cascavel, en el estado brasileño de Ceará (nordeste), y rescatados por los tripulantes de otro barco de pesca.

Tras ser conducidos a tierra, los náufragos, que ya estaban deshidratados, fueron ingresados a hospitales de Fortaleza, la capital de Ceará, en donde dos continuaba bajo cuidados médicos por su estado debilitado de salud e infecciones en la piel.

Según los náufragos, el casco de la embarcación se rompió en la cocina por razones aún desconocidas y el barco se hundió en pocos minutos sin que tuvieran tiempo de pedir socorro por la radio.

Pese a que los pescadores consiguieron racionar el agua y los alimentos, la situación se complicó cuando la balsa salvavidas cedió al peso y comenzó a inundarse lentamente.