La soberana, de 88 años, pasó la jornada electoral y la noche del recuento de votos del referéndum sobre la independencia en su residencia escocesa de Balmoral, desde donde se mantuvo puntualmente informada sobre el proceso del plebiscito. "En Escocia y en otras partes, hoy habrá sentimientos intensos y emociones confrontadas. Entre familiares, amigos y vecinos. Esa es, por supuesto, la naturaleza de la tradición democrática robusta de la que disfrutamos en este país", afirmó la reina en un comunicado.