Brasil se la juega a apenas 24 horas de que comience la Copa Confederaciones. La guerra urbana que vive Sao Paulo y Río de Janeiro ha dejado 200 detenidos y más de 150 heridos en la cuarta noche consecutiva de protestas.
Las calles de Sao Paulo han sido el escenario de una auténtica guerra urbana, con violentos disturbios entre la policía y los manifestantes, los cuales protestan por la subida de las tarifas del transporte público.
El Gobierno brasileño ha subido el transporte público para financiar el Mundial y los Jugos Olímpicos.
Más de 20.000 personas, convocadas por el movimiento universitario "Pase Libre", piden a las autoridades que anulen el incremento de 20 reales en cada billete, que actualmente cuesta 1,10 euros.
Pero un grupo de radicales se ha dedicado a destrozar el mobiliario urbano y se ha enfrentado a la policía. Los agentes ha respondido disparando pelotas de goma y gases lacrimógenos.
Siete periodistas que cubrían la manifestación han resultado heridos, como un cámara alq ue un agente ha rociado un spray pimienta directamente en los ojos, o un reportero que grababa los incidentes cuando ha sido alcanzado por un petardo.
Los graves incidentes por la subida del transporte público se han repetido en las principales ciudades del país.
Esta es la imagen de violencia e inseguridad que Brasil da al mundo, justo un día antes del comienzo de la Copa Confederaciones. Sin olvidar que en 2014, Brasil es la sede del Mundial de Fútbol y en 2016, de los Juegos Olímpicos.