"Hoy quiero rendir homenaje al rey por sus veinte años de reinado", dijo el duque de Brabante y heredero de la corona belga a su llegada en Amberes a una conferencia. "Soy muy consciente de las responsabilidades que tengo. Seguiré empleándome con todo el corazón. Hasta el 21 de julio", dijo el príncipe Felipe en sus primeras palabras en público tras el anuncio que hizo el miércoles su padre.
El rey Alberto II de Bélgica sorprendió al país al anunciar por motivos "de edad y de salud" su abdicación el próximo 21 de julio en su primogénito, el príncipe Felipe, de quien subrayó su pleno compromiso y su preparación para tomar el relevo al frente de la monarquía.
El relevo al frente de la monarquía belga se producirá el próximo 21 de julio, día de la fiesta nacional y en que se cumple el veinte aniversario de la llegada al trono de Alberto II.
"El futuro del país está en buenas manos", aseguró el rey de los belgas durante su alocución al país en francés, neerlandés y alemán, los idiomas oficiales de Bélgica, y en el que afirmó que "mi edad y mi salud no me permiten ejercer mi función como quisiera".
Precisamente los medios de comunicación belgas reflexionan sobre las implicaciones políticas de la abdicación del rey Alberto II y se plantean si el príncipe Felipe está preparado para ser el próximo Jefe del Estado y gestionar cuestiones como el nacionalismo flamenco.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores belga, Didier Reynders, afirmó en declaraciones a una radiotelevisión francófona que el príncipe Felipe "está preparado" y consideró que el cambio puede ser positivo porque el rey se encontraba ya fatigado para ciertos actos oficiales.
Reynders dijo entender la inquietud que produce el cambio en los ciudadanos, pero recordó que hace veinte años cuando Alberto II accedió al trono en sustitución del rey Balduino el sentimiento fue el mismo.
Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, casado con la princesa italiana Paola Ruffo di Calabria y padre de tres hijos, accedió al trono belga a los 59 años, tras el fallecimiento, en 1993, de su hermano mayor, Balduino II.
El presidente de los democristianos flamencos, CD&V, Wouter Beke, por su parte, sostuvo que aunque es partidario de que el próximo rey desempeñe un papel más protocolario, en la actualidad el cambio es constitucionalmente imposible, por lo que el debate tendrá que producirse tras las elecciones de mayo del año que viene, según el diario "De Standaard".
El príncipe heredero está casado con la condesa Matilde d'Udekem d'Acoz y son padres de los príncipes Elisabeth, de 11 años; Gabriel, de nueve; Emmanuel, de siete y Eléonore, de cinco.