Los padres de una niña de cinco años, Julianna, han optado por dejar a su hija decidir sobre su vida. La pequeña sufre una grave trastorno neurodegenerativo conocido como Charcot-Marie-Tooth que ha hecho su vida muy complicada.
Los padres han declarado que a pesar de los dolorosos tratamientos a los que se somete y las estancias hospitalarias tan largas, no le asegurarían su completa recuperación.
Su situación es tal, que un simple resfriado podría causarle una neumonía mortal. A esto se suma que los médicos consideran muy complicada salvarla de la situación en la que se encuentra, y que además terminaría sedada y con muy poca calidad de vida.
La madre de la pequeña, Michelle Moore, escribió un blog para encontrar ayuda. En torno a esta decisión que ha generado un gran debate, los padres han argumentado que "a veces es n acto de amor no hacer todo para prolongar la vida y centrarse en dar a nuestra hija la vida más bonita posible durante el tiempo que se nos permita. Mi hija me decía que pasar más tiempo en casa con su familia valía más la pena por todo el dolor que sentía en el hospital”.