La tripulación del avión Boeing 777 siniestrado en el Aeropuerto Internacional de San Francisco, intentó abortar la maniobra de aterrizaje apenas unos segundos antes de impactar contra el suelo, según los registros del propio aparato, analizado por la Junta Nacional de Seguridad del Transporte estadounidense -NTSB-.
La presidenta de la NTSB, Deborah Hersman, ha revelado en una rueda de prensa desde el propio aeropuerto de San Francisco que no hubo ninguna señal previa de que hubiera ningún problema relacionado con el avión hasta que, 7 segundos antes del impacto, la tripulación intentó acelerar.
Hersman ha señalado que los datos recogidos hasta el momento revelan que el avión se desplazaba "significativamente por debajo" de la velocidad necesaria. Los pilotos intentaron entonces iniciar una maniobra de aterrizaje frustrado, que incluye aceleración, apenas un segundo y medio antes del impacto.
Los controladores se percataron entonces del problema, pero sólo para ver cómo el avión impactaba contra el dique, un muro de hormigón que separa la pista de aterrizaje del mar.