Silva fue aclamada como nueva candidata por los socialistas, que además designaron como candidato a la vicepresidencia a Luiz Roberto 'Beto' Albuquerque, diputado por el sureño estado de Río Grande do Sul y miembro de la dirección nacional del PSB. "Eduardo presente, Marina presidente", gritaron los militantes del PSB, que anticiparon así lo que deberá ser uno de los himnos de la campaña de Silva.
La ecologista, que se afilió al PSB el año pasado, después de que no logró reunir el apoyo necesario para crear su propio partido, era la candidata a la vicepresidencia en la fórmula de Campos, quien falleció el pasado miércoles en un accidente de aviación. Antes de que fuera confirmada la postulación de Silva, uno de sus principales asesores, el exdiputado Mauricio Rands, garantizó en declaraciones a periodistas que la nueva candidata se comprometió a no alterar el programa de gobierno que el PSB había propuesto con Campos como abanderado.
"Todo será respetado", pues "la campaña de Marina no será más que una continuación de la campaña de Eduardo", afirmó Rands. Silva encarará así su segunda candidatura presidencial, después de que en las elecciones de 2010 quedó en tercer lugar como abanderada del Partido Verde, con un 19% de los votos.
Al momento de su muerte, Campos aparecía en tercer lugar en los sondeos de opinión, con una intención de voto cercana al 10%. En primer lugar estaba la actual presidenta y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, con un respaldo que oscilaba entre el 35 y 40%, y en segundo el socialdemócrata Aécio Neves, con un 23%. Sin embargo, la muerte de Campos y la irrupción de Marina Silva como candidata presidencial han alterado ese cuadro, al menos según una encuesta difundida el pasado lunes por la firma Datafolha.
El sondeo fue el primero realizado después del fallecimiento de Campos e incluyó entre los candidatos a Marina Silva, a quien se le atribuyó un 21%. Rousseff se mantuvo en un 36% y Neves, que bajó al 20%, fue desplazado del segundo lugar por la nueva candidata socialista. La gran sorpresa fue que, en la segunda vuelta que forzarían esos resultados, la encuesta de Datafolha aseguró que Silva sería elegida presidenta con un 47% de los votos, frente al 43% que obtendría Rousseff.