Con mucho sentido del humor y la paleta en ristre, Andrés atrae a las multitudes con las paellas que prepara al son de la música y entre bromas todos los fines de semana en el local Viva, en pleno mercado de Chatuchak.

"Hacemos unas 300 o 400 raciones por día y sólo trabajamos sábado y domingo, que es cuando está abierto este mercado", explica el cocinero riojano. Andrés conversa animadamente con los turistas y tailandeses que se acercan curiosos a la paellera de un metro de ancho y el llamativo color amarillo del azafrán posada sobre una mesa decorada con una bandera española.

Algunos sólo toman fotos, pero la mayoría se decide a descansar de las compras en el mercado y probar la paella, quizá acompañada con un vaso de sangría. Andrés está en el mercado con sus paellas desde hace tres o cuatro meses. Antes tenía un restaurante en Bangkok que estuvo abierto durante 12 años. Debido al alto precio del arroz español, utiliza una variedad japonesa, que "salvando las distancias" se parece al ibérico.

"Las verduras son buenas y el marisco aquí también está muy rico, pero no tiene el sabor del nuestro, qué duda cabe", dice el chef, quien muestra orgulloso el azafrán que califica como "oro" y que sí le envían desde España. La paella la conoce, agrega, "sobre todo el europeo, el japonés también la conoce, al asiático le sorprende pero le gusta mucho porque el arroz para ellos es como el pan para nosotros, por lo que la aceptación es tremenda. Estamos teniendo mucho éxito".

En los últimos meses, el local Viva está abarrotado con tailandeses y turistas quienes se ven gratamente sorprendidos por encontrar las paellas entre los puestos de ropa y decoración. "La paella está 'superrica', muy sabrosa, con carne de pollo, calamares, verdura; como una verdadera paella española aquí en Bangkok. No me lo esperaba, pero 'súper'", explica una turista alemana que aprendió español en Latinoamérica.