El refugiado sirio, Osama, y sus hijos ya tienen el permiso de residencia temporal en España. Un proceso que habitalmente llega a tardar un año se ha acelerado por circunstancias excepcionales. Y gracias también a las acciones del Centro Nacional de Formación de Entrenadores que le ofreció trabajo. Ahora Osama y sus hijos pueden empezar a olvidar la violencia en Siria y la cruel zancadilla por la que los cocnocimos.