Los supervivientes del naufragio ahora son testigos necesarios para saber lo que pasó. "El último bebé murió en mis manos antes de ser rescatado. Viaja con su hermana y sus padres pero todos murieron cuando fuimos atacados", cuenta uno de ellos.
Tienen recuerdos del infierno que vivieron hace unos días cuando intentaban llegar a Europa a bordo de una patera. En su interior había palestinos, egipcios y sirios. Todos ellos confiaron en un grupo de traficantes para escapar. "Huíamos de la matanza en Gaza pero hundieron nuestro barco. Estuve cinco días en el mar mientras veía cómo la gente iba muriendo", afirma otro de los supervivientes.
Supuestamente, les atacaron los propios traficantes cuando se negaron a cambiar de patera en medio del mar. Ahora Naciones Unidas investiga lo que podría considerarse un asesinato en masa.
Mientras, los supervivientes retenidos en un centro de inmigrantes de Malta piden ayuda. En total, 700 cuerpos siguen desaparecidos en el Mediterráneo entre los 500 de este naufragio y otros 200 de uno posterior en las costas de Libia. En su mayoría refugiados que huían de la guerra.