Niños refugiados que fueron trasladados del campamento provisional de refugiados conocido como 'La Jungla' de Calais a supuestos centros seguros de acogida repartidos por toda Francia afirman que han sido obligados a realizar trabajos forzados y que no han recibido ningún salario a cambio, según el periódico británico 'The Guardian'.
El medio revela que eran enviados a las granjas a recoger manzanas para los supermercados franceses. Los más jóvenes han explicado que estaban demasiado asustados como para negarse a realizar el trabajo, pues temían que si lo hacían sus posibilidades de pedir asilo en Reino Unido se viesen reducidas. Ademas, revelan que los centros de acogida no les han dado ropa limpia desde que llegaron después de que se desmantelara hace cuatro meses 'La Jungla' de Calais y trece, casi la mitad, han expresado que se sentían más cómodos en 'La Jungla'.
"Nos dejaban las manzanas podridas para comer. El resto se vendían en Francia. Solo queremos estar con nuestras familias en Reino Unido", ha explicado uno de los adolescentes, que actualmente reside en un campamento en el norte de Francia.
Theresa May anunció en julio que deshacerse de los "males bárbaros" de la esclavitud moderna que son visibles en todo el mundo debía de considerarse un asunto prioritario y afirmó que los trabajos forzados eran uno de los ejemplos más desagradables de estos males. El antiguo ministro del Interior Robert Goodwill informó a May de que los niños de los centros de acogida se encontraban "en un lugar seguro y estaban siendo cuidados" y que "no ha recibido ninguna queja en relación a los centros", según 'The Guardian'.
La ministra del Interior británica, Amber Rudd, garantizó que Reino Unido acogería a "la mitad" de los cerca de 2.000 niños no acompañados que estaban registrados en el campamento de Calais. Sin embargo, solo 350 niños han sido trasladados a Reino Unido hasta la fecha, aunque el Ministerio del Interior afirma que recibirá a varios cientos más en cumplimiento de la conocida como enmienda Dubs y de la Convención de Dublín. Varias ONG están haciendo campaña para que sean 1.000 los menores trasladados antes de Navidad.