El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quiere rebajar la tensión tras la muerte del joven de raza negra, Michael Brown, en Ferguson. Pide que los policías lleven cámaras en su uniforme. En total, 50.000 agentes grabarían sus actuaciones policiales. Es una de las medidas que está a punto de anunciar y que suponen 263 millones de dólares en los próximos años.