Un total de 86 camellos han muerto en un incendio desatado en una granja de la localidad de Ebhausen, al sur de Alemania.

El origen del incendio está aún por determinar y, según fuentes policiales, se están investigando todas las posibilidades, aunque por el momento no hay indicios de que se trate de un incendio provocado.

El siniestro que se desató la madrugada de este jueves, y no se pudo controlar hasta bien entrada la mañana. En las tareas de extinción participaron unos cien efectivos del cuerpo de bomberos.

El pabellón donde dormían los camellos ha quedado totalmente destruido, lo que ha causado daños materiales de cerca de un millón de euros.

La granja de camellos estaba abierta al público y los visitantes podían realizar distintas actividades, desde acariciar a los animales hasta montar en ellos.

Asimismo, se ofrecián posibilidades de terapias naturales a través del contacto con los camellos, mientras que su leche se vendía a institutos cosméticos y a laboratorios.