El airbag del Honda Civic 2002 de Hanif, una joven de 17 años, explotó después de que la chica colisionara con otro vehículo el pasado 31 de marzo en una autopista de las afueras de Houston (Texas).
Fue una pieza de metal que salió disparada del airbag lo que le causó la muerte a la joven, ya que del accidente debería haber salido "por su propio pie", según informó la Oficina del Sheriff del condado de Fort Bend.
La compañía japonesa Takata instaló airbags defectuosos en unos 24 millones de vehículos de 14 marcas distintas, la mayoría Honda y en Estados Unidos. Aunque los fabricantes han instado a los propietarios de los vehículos a cambiar de forma gratuita esos airbags, poco más del 25% lo ha hecho.
Honda aseguró que desde 2011 se habían comunicado en varias ocasiones con el propietario del vehículo accidentado en Texas, pero que nunca reemplazó el dispositivo defectuoso. Tras el accidente, la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA) y Honda instaron otra vez a los usuarios a llevar a cabo la revisión de los vehículos afectados.