Al menos siete milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado por Turquía como una organización terrorista, han muerto en combates contra el Ejército turco en el sureste del país, cerca de la frontera con Irak, según medios nacionales turcos.

En los combates también resultaron heridos dos militares turcos. Los incidentes, apunta la agencia de noticias Dogan, fueron iniciados por los milicianos, actualmente en guerra con Turquía.

Estas muertes se suman a las de al menos 60 personas, entre ellas 35 civiles, y otros 25 milicianos de los grupos armados del PKK y de las Unidades de Protección Popular sirias (YPG), según el Ejército.

Los ataques aéreos turcos han destruido al menos cinco edificios de los milicianos kurdos, "con el mayor cuidado para impedir hacer daño a la población civil de la región", según el comunicado recogido por el diario turco 'Hurriyet'.

Por otro lado, fuerzas rebeldes sirias aliadas con Turquía han lanzado ataques contra las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), compuestas en su mayoría por las YPG, en las localidades de Jub al Kousa, donde han muerto 20 civiles, y Al Amarna, donde han muerto otros 15.

Estos ataques han contado, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con apoyo de artillería y aviones turcos, que han provocada que otras 50 personas hayan resultado heridas.