Una niña de 10 años ha fallecido en la ciudad brasileña de Teresina, capital de Piauí (noreste), al parecer víctima de un ritual de magia negra, en el que se cree que participaron otros menores, según han informado fuentes oficiales. 

La menor murió por un fallo orgánico múltiple en el Hospital de Urgencias de Teresina, después de pasar dos semanas internada en coma y con señales de tortura e intoxicación. La niña llegó al hospital con la cabeza rapada, varias cicatrices en forma de cruz realizadas con hojas de afeitar y otras lesiones en los brazos, el tórax y las piernas, síntomas de envenenamiento y de desnutrición, según ha informado el centro médico. 

La madre ha declarado que la niña participó en un "ritual de purificación" realizado supuestamente durante una celebración de umbanda, una religión sincrética nacida en Brasil que mezcla cultos de origen africano y cristianos. El ritual presuntamente se realizó en una finca rural en el municipio de Timón donde la madre acudía con frecuencia en los últimos cinco años, acompañada de su hija.

La madre ha informado que pagó 500 reales (unos 140 dólares) para participar en el ritual, con el que le prometieron que le curarían el asma a su hija. La niña ingirió un brebaje casero que según la madre contenía hierbas, miel y azúcar, llamado "garrafada", que se cree que causó el envenenamiento. 

Según fuentes oficiales, "no se sabe dónde la madre consiguió" el brebaje, puesto que se contradijo y dio tres versiones diferentes. Primero aseguró que lo compró en una ciudad cercana, luego dijo que se lo entregó una vecina y después declaró que lo fabricó ella misma. La Policía Civil de Piauí, que investiga el caso, ha solicitado que se realicen exámenes toxicológicos y de lesiones corporales durante la autopsia para identificar si fue envenenada. 

La dirección del hospital ha confirmado que la niña se operó dos veces en los últimos dos años para retirar papilomas en las cuerdas vocales, que frecuentemente son transmitidos de forma sexual. El director del hospital, Gilberto Albuquerque, ha solicitado a la Policía que realice un examen para averiguar si la niña fue víctima de abusos sexuales.