La gobernadora del estado de Arizona, Jan Brewer, ha vetado un controvertido proyecto de ley por el que los dueños de los negocios se podrían negar a dar servicio a clientes gays y que fue aprobada la semana pasada en la Cámara de Representantes de Arizona, por 33 votos a favor y 27 en contra.
Según el proyecto de ley, el empresario podría vetar a un cliente homosexual "siempre y cuando vaya en contra de sus creencias religiosas", una propuesta que ha sido duramente criticada por los senadores demócratas y los miembros del colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) de Estados Unidos.
Estos grupos consideran que se trata de una "licencia" para discriminar a los homosexuales en nombre de la religión. Sin embargo, la medida ha sido denegada después de que una serie de importantes organizaciones empresariales y algunos políticos republicanos hayan recomendado a Brewer recular.
El pasado viernes, organizaciones LGTB llevaron a cabo una marcha de protesta a la que han acudido unas 200 personas. Algunos de los asistentes portaban carteles en los que se podía leer: "Dios nos creó a todos iguales" y "Vergüenza en Arizona".