El ataque contra un militar francés en París el sábado pudo ser un "acto terrorista", según ha declarado este domingo el ministro del Interior, Manuel Valls, que no obstante ha pedido prudencia ya que la investigación aún no ha concluido.

Valls declaró en el canal de televisión "TV5" que hay "elementos" que pueden conducir a pensar que el ataque, que causó heridas leves a un soldado, fue un acto terrorista. "No puedo decir más en este momento, la investigación no ha hecho más que comenzar", agregó Valls, quien apeló a ser "prudente en relación con cualquier amalgama, cualquier comparación".

Christophe Crepin, portavoz del sindicato de policía UNSA, asegura que saben que el agresor es alto y atlético, y que podría tratarse de un hombre norteafricano de entre 25 y 30 años con barba y una chilaba. "Creemos que llevaba una túnica blanca y zapatillas de color beis. La información cambia, pero todo está grabado en video y lo encontraremos".

El soldado Cédirc Cordier, de 23 años, está fuera de peligro aunque permanece ingresado en el hospital de Clamart, donde ha acudido a visitarle Jean-Yves Le Drian, ministro de Defensa francés, quien ha defendido que lo han querido matar porque era militar.

Desde que en enero Francia enviara sus tropas a Mali para luchar contra grupos islamistas ligados a Al Quaeda, el país elevado su alerta de seguridad. Por eso, Hollande no descarta ninguna posibilidad, aunque se muestra prudente ante una posible conexión de este ataque con el de Londres. Las autoridades francesas investigan si el ataque puede tener algún vínculo con una acción terrorista.

El presidente francés, François Hollande, aseguró que no excluye "ninguna hipótesis" en relación con el incidente. Por su parte, el ministro del Interior, Manuel Valls, aseguró que el autor del ataque "sin duda quería matar al soldado" pero pidió prudencia antes de establecer una vinculación con el asesinato de un militar en Londres el pasado miércoles.

Sobre la posible vinculación, Hollande, que pidió a los soldados franceses que eleven "el nivel de atención" y de "vigilancia", afirmó que no cree que "en este momento pudiera existir un vínculo, pero analizamos todos los elementos".

Del caso ha sido encargada la sección antiterrorista del Tribunal de París, que se ocupa habitualmente de los casos de terrorismo en territorio galo.

El militar agredido patrullaba vestido de militar en el marco del plan de alerta antiterrorista reforzada Vigipirate, dispuesto cuando existe un riesgo de amenaza y que involucra a diversos cuerpos de la seguridad del Estado.

Los medios locales aseguraron que la policía, que busca al fugitivo en la zona donde sucedió el ataque, cuenta con vídeos de cámaras de seguridad de la zona.

Los intereses franceses en el Norte de África, y en especial en la zona del Sahel, están en el punto de mira de Al Qaeda en el Magreb Islámico y varios nacionales galos han sido secuestrados en ese continente en los últimos meses.

El pasado jueves, un trabajador de la empresa francesa Areva resultó muerto durante los ataques cometidos en Níger y que afectaron a la mina de Somaïr, donde la multinacional explota yacimientos de uranio que abastecen a las centrales nucleares galas.