Los franceses tratan de volver a la normalidad tras una semana de terror yihadista. Francia mantiene una férrea seguridad tras los ataques en los que han perdido la vida 17 personas y los tres radicales que los han perpetrado. Más de 80.000 agentes siguen vigilando en las calles y la sede del diario Charlie Hebdo se ha convertido en un lugar al que muchos se acercan para homenajear a las víctimas.