El comandante Patrick Chilliard dijo a los medios que se ha dado por terminada la extracción de cadáveres de entre los restos del autocar, donde se han recuperado 41 cuerpos, a los que hay que sumar los del conductor del camión con el que chocó y el hijo de éste que iba con él en la cabina.

Los responsables de la investigación se habían mostrado cautos sobre el número de víctimas porque la lista de pasajeros del autobús quedó destruida por el incendio desencadenado tras la colisión, por lo que no se descartaba que los fallecidos pudieran ser 44.

El Instituto Médico Forense de Burdeos es el encargado de hacer la identificación formal de las víctimas, mientras que las muestras tomadas serán analizadas en el laboratorio del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería Nacional en Pontoise, en la región de París.

El siniestro se produjo el viernes en una carretera del municipio de Puisseguin, en una curva con muy poca visibilidad. El camión invadió el carril izquierdo por razones que por ahora se desconocen y cuando el autobús, en el que iba un grupo de jubilados que había iniciado una excursión unos minutos antes, se encontró con él, a la salida de la curva, se estampó contra la caja. Acto seguido, se declaró un incendio que fue el causante de la mayoría de las muertes.

Alrededor de 2.000 personas participaron en una marcha silenciosa en honor de las víctimas en Petit Palais, el pueblo del que procedía buena parte de los pasajeros del autocar. El martes 27 tendrá lugar otro homenaje en esa localidad a la que asistirá el presidente francés, François Hollande.