El referéndum del próximo jueves podría romper una unión que se remonta 300 años atrás, cuando Escocia e Inglaterra llegaron a un acuerdo comercial por el que se han mantenido unidos hasta la actualidad. Sin embargo, el triunfo del nacionalista Alex Salmond en las elecciones al parlamento de Escocia en 2011 hicieron resurgir los gritos independentistas, que tendrán su desenlace final en apenas cinco días.