Un pasajero de un vuelo que se dirigía a París dio la voz de alarma al detectar que en un pasaje de mano había movimientos extraños. Ocurrió en pleno vuelo procedente de Estambul de la compañía Air France en la noche del siete de marzo.
Después de alertar a una azafata acerca de lo que había visto, descubrieron que dentro del equipaje había un niño de entre uno y dos años.
La mujer y el bebé fueron acompañados a la parte delante del avión, donde permanecieron hasta que el vuelo aterrizó en París. Las autoridades francesas esperaban en tierra la llegada del vuelo para esclarecer los motivos por los que el niño viajaba escondido en la bolsa.